Desde el principio la figura del detective es la de un individuo que se adapta rápidamente a cualquier situación. De ello depende la obtención de las necesarias pruebas la mayoría de las veces.
En el fondo los detectives son “solucionadores” natos de problemas y por ello utilizan todo lo que tienen a su alcance: Tecnología nueva, antigua, perros, GPS, robots de limpieza domésticos, …
Actualmente la tecnología permite mucho más de lo que permitía antes, con microcámaras, redes sociales y drones además de las casi ilimitadas capacidades de almacenamiento y el perfeccionamiento de los instrumentos que pueden escuchar conversaciones ajenas a cientos de metros con la mejor calidad.
Uso de drones
El uso de drones es viable para poder vigilar a dos personas que se reúnen en un lugar público por ejemplo, aunque se utilizan en su mayoría para vigilar zonas no accesibles o de difícil accesibilidad a pie.
Con volar a suficiente altura (de 13 a 20 metros) para que el dron no se oiga y con ser un poco hábil podemos hacer la vigilancia sin problema.
Tampoco hacen falta modelos de gama superior ni pilotarlos directamente. En tiendas especializadas y por unos 180€ se puede obtener un dron con capacidad y autonomía suficiente para las misiones. Además existen muy buenos pilotos capaces de volarlos si no se es suficientemente hábil.
Regulaciones de vuelo
Actualmente existen muchas restricciones en el uso de drones en espacios urbanos, pero según sea nuestra meta podemos hacerlo o bien nosotros o contratando a un profesional.
Hay que respetar la Ley de Protección de Datos, pero por ello es importante tal y como hemos mencionado en otros artículos que las pruebas sean recogidas por un profesional para que puedan ser utilizadas dentro del caso tal y no se inhabiliten.
Para más información sobre el vuelo de drones os dejamos el siguiente cuadro obtenido del folleto de la Agencia Estatal de Seguridad Aerea: